náuseas

Vengo de un lugar de donde nunca sale el sol. Las campanas retumban en mi cabeza. Mi cárcel de calcio, mi fluor diario, mi tiempo para respirar. Es como mirar hacia el infinito sin gafas, hacia las nubes, con la mano haciendo de visera como un puto panoli.

Me encantan los panolis. Tienen un puntito irresistible. No todo el mundo puede ser uno. Hace falta una camiseta de la caja rural y una gorra de la caja rural y un reloj digital por dios. Pero algunos ni con eso les basta.

Odio en fin os odio a casi todos. Para qué vamos a andarnos con chiquitas. Pero del amor al odio hay un paso así que. Además no se puede odiar realmente lo que no se quiere un poco antes.

Coger de la mano a Dumbledore o a Gandalf, o que la misma Once nos guíe por nuestros queridísimos ochenta. Un mundo tan lejano que realmente no parece que vaya a volver jamás. Quedaos con vuestras ondas joder, yo quiero adentrarme en un bosque oscuro y tener la posibilidad real de perderme.

Yo quiero despertarme una mañana y simplemente no sentir náuseas.